"Bajando por un camino"

Creo que nunca había bajado tan plácidamente a diez o veinte kilómetros por hora, mientras te escuchaba, pensaba en lo lejos que estás y tan cerca que te tengo.
Eres mi cómplice, que complicidad exquisita de sentirte, más aún cuando te siento feliz, es mi felicidad.
El tiempo dirá la última palabra, no apures el carruaje, sus ruedas lentas llegaran con mas seguridad que en el principio.
Ese camino oscuro, vacío, sin ojitos mirándome, la brisa cordillerana aún la siento en mi piel y ese último cigarrillo que se consumía en mis dedos, solo faltabas tú.

No me pidas nada, solo aceptame tal cual soy.
No desconfíes, dejame entregarme a mi manera, es lo que siento hoy.

Hasta mañana, volverás a soñar, ya quisiera estar en tus sueños,
no apures el carruaje,
tal vez tarde, pero llegue.

El destino no reina sin la complicidad secreta del instinto y de la voluntad.
Tan sólo una llamada tuya.
Piénsalo, donde tu quieras...y allí estaré.

Marcela Opazo
Autor

La imagen de un hermoso camino que nos lleva al Lago Riñihue, Sur de Chile.

"Un perro no tiene por que andar en la calle solo, debe salir a pasear tirado de una correa de la mano de su dueño, de lo contrario se convierte en un perro callejero."

"Frente al mar"

Me enamore de tus cartas,
de tus faltas ortográficas,
de aquella complicidad tan nuestra,
hoy perdida en un laberinto llamado olvido.
Aun siento tus labios secos, sin brillo, partidos, tensos,
en mis pechos nerviosamente erectos de pasión desenfrenada frente al mar.
¿Porque será que los amores mas apasionados se viven frente al mar?
También los prohibidos.
El final de este sueño tocó fondo.
Siento pena y lástima.
Siento odio y amor.
Nostalgias de un recuerdo.
Hay un mundo diferente después de ti.
Somos diferentes.
Siempre lo fuimos.
Acoso y audacia.
Luna y escalera.
Manzana y cajón.
Alegría y amargura.
Vida y muerte.

Una cosa puedo asegurar
Nunca olvidaré aquella puesta de sol.

"Envidia"

La envidia es un sentimiento negativo del que se habla poco y se sufre en mayor o menor grado de la vida, se trata de un tipo de reacción que tienen la mayoría de los seres humanos y de aquí pueden surgir las mayores aberraciones tanto en sufrimiento personal como de proyección hacia los demás.

La envidia es el dolor profundo que corroe y enferma ante el triunfo ajeno.

La envidia es la característica principal de los soberbios y constante permanente de los mediocres.

La envidia explica todo con una simplicidad aberrante y con una lógica sin sentido.

La envidia descalifica el sacrificio y la entrega, justificando el éxito como producto de la casualidad.

La envidia es la fuente principal para vivir resentido, justifica sus propios errores.

La personas envidiosas son seres que han crecido con malos sentimientos, con frustraciones continuas, con un gran vacío de cariño, de soledad espiritual, de abandono de parte de su familia.

Si sufres las miradas y las palabras de una persona envidiosa trata de pasarlas por alto, no eres responsable de su sentimiento, intenta descubrir la envidia a tiempo, te evitarás muchísimos problemas, no desarrolles confianza con las personas envidiosas.

Alejate de ellas en lo posible, son capaces de envidiarte la vida entera, capaces de robar hasta tus propios pensamientos, robar tus ideas, tus esfuerzos, logros personales, hasta tu propia esencia.

Es tanta su envidia de poder, de figurar que son capaces de vender hasta su propia madre con tal de conseguir lo que la envidia les crea por dentro, maldad.

Son como las garrapatas queriendo chupar tu sangre. Parásitos que se valen de todo para conseguir lo que no es de ellos.

Son personas que hablan de Dios, de la boca para afuera, pero por dentro el Diablo las consume.

Son personas que no logran ser felices, ni por mas que crean serlo, su alma sigue tan vacía como su mente.

Si eres una persona envidiosa y quieres salir de ese estado porque te está consumiendo la vida, la única forma de conseguirlo es, primero conectarte con DIOS, pidiéndole perdón y reconociendo tus errores, ante, y las personas a quienes has dañado, y luego:

* Sintiendo el cariño y el apoyo de los seres queridos.

* Desarrollando tu sentido del humor.

* Hallando tu propia identidad.

* Siendo consciente de qué es lo prioritario de tu vida, y reconocer lo que haces de manera honesta y transparente ante ti y los demás.

* Tolerando tus defectos y valorando tus cualidades.

* Valorando las cualidades ajenas en su medida.

Yo se que tu podrás hacerlo, y el dìa que lo hagas, tu alma se sentirá libre con ansias de volar.

Confío en Dios que volveras, solo espero que no sea tarde para tu perdón.

Dentro de los animales, el que mas se asemeja a la envidia es el gato …intenta conseguir cariño a base de, arrumacos, ronroneos …para luego arañarte en su traición.

Alguna vez has sentido que alguien te tiene envidia?...Como te has dado cuenta?

Que tengan un lindo, pero relindo fin de semana en familia, disfrútenla

"Cada desafío"

Has podido con cada uno de los desafíos que has enfrentado.
Y tienes lo necesario para salir airoso en muchos, muchos más.

Exigirte y ponerte a prueba puede darte miedo.

Pero también puede ser vigorizante y estimulante.

Superar un desafío complicado puede llevarte a un nivel de satisfacción que no puede alcanzarse de ninguna otra forma.

Junto con esa satisfacción viene la sólida confianza de tener la certeza de que,
como lo has hecho antes,
lo puedes hacer una vez más.

Cuando buscas desafíos,
lo que terminas obteniendo son logros.

Agradeciendo cada desafío,
lo que estás haciendo es expresar y expandir tu propia seguridad en tí mismo de una manera genuina y perdurable

Alguna vez te sentiste desafiado por muchas de las cosas que actualmente haces sin siquiera pensar en ellas.

Piensa en lo lejos que has llegado a partir de tu sincero deseo de enfrentar esos desafíos.

Y piensa en cuán lejos aún puedes llegar aceptando de buen grado los desafíos que vienen hacia tí, viéndolos como la enorme oportunidad que cada uno de ellos puede representar.

Marcela Opazo Castro



"Un perro no tiene por que andar en la calle solo, debe salir a pasear tirado de una correa de la mano de su dueño, de lo contrario se convierte en un perro callejero."

Seguiré adelante

Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra.

Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.

Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas

Y transmitiré alivio, cuando vea dolor

Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.

Invitaré a caminar al que decidió quedarse

y levantaré los brazos a los que se han rendido.

Porque en medio de la desolación,

siempre habrá un niño que nos mirará,

esperanzado, esperando algo de nosotros,
un perro del camino que vivirá abandonado,

y aún en medio de una tormenta,

por algún lado saldrá el sol

y en medio del desierto crecerá una planta.

Siempre habrá un pájaro que nos cante,

un niño que nos sonría, un perro que nos ladre
y una mariposa que nos brinde su belleza.

Pero…si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo,
solo acércate y  ábrazame, 
un abrazo de los ricos que acostumbro a dar,
o  tan solo regálame una sonrisa,

con eso será suficiente,

seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó

y me sorprendió por un segundo.

Solo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino.

Nunca lo olvides.

MARCELA OPAZO CASTRO

La imagen, la tomé al atardecer, en algún lugar de la autopista Américo Vespucio.




"Un perro no tiene por que andar en la calle solo, debe salir a pasear tirado de una correa de la mano de su dueño, de lo contrario se convierte en un perro callejero."

"Suelta, deja ir"

A veces, es mejor dejar que algo se vaya y comenzar de nuevo.

Hay cosas que nos pasan en la vida que encontramos difíciles de aceptar. Los recuerdos regresan y nos perturban una y otra vez.
Cuando algo sucede en nuestras vidas que encontramos difícil de aceptar,  tenemos que decidir si hay algo que podamos hacer para cambiar las cosas.
Si lo hay, debemos hacer lo que podamos para que todo esté de nuevo bien.
Pero si hemos hecho todo lo posible, y en nuestro corazón sabemos que ahora no hay nada más que hacer, entonces, dejemos que se vaya lo que nos quita la tranquilidad.

Después de haber repasado los "qué hubiera pasado si... "
y los "¿por qué?", quizás aprendamos una lección valiosa.
Y descubramos que si bien fue doloroso, crecimos por la experiencia.

Aprender a dejar ir las cosas, en vez de preocuparnos por lo que pudo haber sido, con el tiempo podría ser más valioso que aquello que hemos dejado ir.

"Todo lo que sucede, sucede por una razón"


Marcela Opazo Castro
     Autor

La foto la tomé en la ciudad de Santiago, sector Peñalolen.